El «coito natural» versus el «coito contranatural» en Judas 7

Para el autor de Judas (versículo 7), Sodoma y Gomorra pecaron igual, en la misma forma que los ángeles o mensajeros celestiales de Génesis 6 que procuraron tener relaciones sexuales con mujeres (seres de otra carne, de otra naturaleza para ellos). En consecuencia, es claro que para el autor de Judas la destrucción de Sodoma y Gomorra tuvo como razón su deseo de tener relaciones sexuales con los mensajeros celestiales que visitaron a Lot, y nada tuvo que ver con la homosexualidad.

Ahora bien, entra en contradicción el autor de Judas con el relator de Génesis 19 que plantea que cuando los mensajeros celestiales llegaron a la casa de Lot, ya habían llegado trayendo con ellos el decreto divino de la destrucción de las ciudades en cuestión (al margen de lo que ocurrió en ocasión de su visita (Génesis 19.13). En otras palabras, a diferencia del relator de Génesis 19 que supone que la razón de la destrucción de Sodoma y Gomorra ya era un hecho antes de la visita de los mensajeros celestiales a la casa de Lot; el autor de Judas fundamenta su argumento en lo ocurrido precisamente cuando los mensajeros celestiales llegaron a la casa de Lot para sacarlo de allí junto a su familia.



¿Y si David y Jonatán fueron algo más que muy buenos amigos?


Por supuesto, tuvo el relator de Génesis 19 la intención de hacer más intenso el drama y hacer todavía más patético el estado de Sodoma y Gomorra, pues hace que no sea sino hasta después de la intentona de violación grupal, que los mensajeros celestiales le comunican  a Lot que ellos habían llegado a su casa con la expresa intención de casarlo de allí con su familia, pues ya estaba decretado el juicio divino sobre aquel lugar. Por otro lado, es un tanto desconcertante el relato de Génesis 19, ya que al principio del mismo ni parece que los mensajeros celestiales tuviesen el objetivo expreso de llegar a la casa de Lot (véase versículos 1-3).

De todos modos, muy a pesar de lo que en realidad plantea el relato de Génesis 19, y basándose específicamente en lo ocurrido en ocasión de la visita de los mensajeros celestiales a la casa de Lot; llega a una conclusión el autor de Judas con unas proyecciones que suponen toda la historia de Sodoma y Gomorra, y no considera este hecho como un caso aislado.

Al final, pienso que vamos por buen camino si concluimos que Judas 7, en armonía con toda la tradición bíblica, no asocia la destrucción de Sodoma y Gomorra con la homosexualidad; y que para el autor de Judas, lo “contranatural” son las relaciones sexuales entre seres humanos y seres celestiales, acusación que mantiene por igual frente a “los ángeles que pecaron” (en alusión a Génesis 6), y frente al pueblo de Sodoma y Gomorra.

En realidad, no está contrastando el autor de Judas, el “coito anal” (como el contranatural) frente al “coito vaginal” (el natural), y viceversa; más bien está contrastando el coito entre un ser humano y un ser celestial –coito contranatural- (que fue de tipo heterosexual en Génesis 6, pero que habría sido de tipo homosexual en el caso de los de Sodoma y Gomorra con relación a los mensajeros celestiales que visitaron a Lot), frente al coito entre dos seres humanos (coito natural).


¡Feliz jueves!


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