Perspectivas desde la lengua hebrea y la sintaxis
castellana
Héctor B. Olea C.
Según la sintaxis regular del castellano
(pues, como plantea el ilustre lingüista dominicano, Carlisle Gonzales Tapia,
en su obra «Morfosintaxis Hispánica», existen además otros diferentes tipos de
sintaxis, en conformidad a las distintas escuelas lingüísticas), el orden de la
oración es: Sujeto + Verbo + Objeto + Complementos.
Consecuentemente, es preciso poner de relieve
que la traducción de Génesis 1.1 que por lo general nos ha llegado en las
distintas versiones de la Biblia, por un lado, traiciona y no es fiel al texto
hebreo en algunos aspectos (no es exactamente fiel al texto hebreo), y por otro
lado, traiciona y no le hace justicia a la sintaxis regular del castellano, al
traducir en el siguiente orden: Complemento circunstancial de tiempo (en el
principio) + Verbo (creó) + Sujeto (Dios) + Objeto directo (los cielos y la
tierra).
En tal sentido, una traducción fiel, que tome
en serio el texto hebreo de Génesis 1.1 debe ir en la siguiente línea:
«Dios creó el cielo y la tierra en un
principio».
Una traducción secundaría y todavía mejor que
las que nos han regalado la mayoría de las versiones de la Biblia, es:
«Dios creó, en un principio, el cielo y la
tierra».
Ahora bien, respecto del texto hebreo, una
traducción fiel al mismo, por un lado, no debe incluir el artículo definido en
el sintagma que ha de reproducir la expresión hebrea «bere’shith» («en un
principio»), ya que la expresión hebrea en cuestión no lo tiene; por otro lado,
no ha de traducir en plural («cielos») la palabra hebrea «shamáyim» (cielo),
dado que ese no es el sentido de la morfología de dicha palabra en hebreo.
Y respecto del castellano, una traducción
acertada de Génesis 1.1 debe reflejar el orden de la oración según lo establece
la sintaxis regular del castellano: Sujeto + Verbo + Objeto + Complementos.
Luego, ¿conoce usted que una versión
castellana de la Biblia que haya traducido a Génesis 1.1 con total apego al
texto hebreo, y en conformidad a la sintaxis regular del castellano?
En todo caso, les aseguro que, muy a pesar de
las pretensiones que pone de manifiesto su nombre, no es candidata, no cumple
con estos requisitos la llamada «Biblia Textual»; por supuesto, tampoco «La
Reina Valera 1960», «La Biblia de Jerusalén 1998», la «King James Versión», ni
«La Biblia Hebreo Español (dos todos tomos)» de Moisés Katznelson, y evidentemente,
ni muchísimas otras versiones de la Biblia; así de sencillo.
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