La posición de la mujer en el décimo mandamiento del Decálogo, hebreo, arameo y griego



A propósito del «Día internacional de la mujer»

Aprovechando la ocasión de la conmemoración del «Día internacional de la mujer», me propuse llamar la atención respecto de algunas “curiosidades” que exhibe la redacción del décimo mandamiento del Decálogo, en su redacción hebrea, aramea y griega, tanto en la versión de Éxodo 20.17 como en la versión de Deuteronomio 5.21.

En tal sentido, en primer lugar, coinciden la versión hebrea y aramea al colocar la casa como lo primero que no debía codiciarse del prójimo, en la redacción del décimo mandamiento del Decálogo en Éxodo 20.17; pero la clásica versión griega colocó a la mujer en lugar de la casa.

En segundo lugar, coinciden la versión hebrea, la griega y la aramea al colocar a la mujer como lo primero que no debía codiciarse del prójimo, en la redacción del décimo mandamiento del Decálogo en Deuteronomio 5.21.

Finalmente, no es posible negar que la redacción griega (Septuaginta, Los LXX) es consistente al colocar a la mujer como lo primero que no debía codiciarse del prójimo en la redacción del décimo mandamiento del Decálogo en Éxodo 20.17 como en Deuteronomio 5.21.

En todo caso, plantea el «Comentario Bíblico San Jerónimo» al comentar Deuteronomio 5.21: “es significativo que la «mujer» (esposa) vaya antes de la «casa», lo cual refleja posiblemente un progreso en el pensamiento social (compárese Miqueas 2.2).

Concluyo, pues, reafirmando la indiscutible importancia de poder ver y acercarnos a los textos bíblicos en sus lenguas originales con nuestros propios ojos, así de sencillo.

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