«Teología» o «zeología», la explicación la tiene el latín


«Teología» o «zeología»

La explicación la tiene el latín

Lo que tal vez nunca te han dicho en tus cursos de teología

Héctor B. Olea C.

Como la palabra «teología» no presenta las dificultades que sí presenta la palabra «escatología» (según lo que explicamos en un artículo anterior), a nadie, que yo sepa, le ha preocupado establecer o considerar la distinción o disyuntiva con la que decidimos titular estas líneas.

Sin embargo, al considerar la fonética y características morfológicas de la palabra griega que se traduce «Dios», «dios» en la clásica versión griega de la Biblia Hebrea (Septuaginta, Los LXX) y en el Nuevo Testamento, en griego: «zeós» (4, 008 veces en la Septuaginta, y 1, 317 en el NT), inmediatamente nos ponemos al tanto de la forma en que el latín asumió dicho sustantivo, y por qué tenemos la palabra «teología», y no «zeología», lo mismo que «Timoteo» y no «Timozeos», «Teodoro» y no «Zeodoro».

La palabra «Dios», «dios» en griego

El sustantivo «zeós» consiste en un sustantivo de género masculino o femenino de la segunda declinación, cuyo género gramatical preciso en un contexto dado, es determinado por el artículo definido griego.

En otras palabras, con el artículo masculino «jo» (en latín e inglés «ho»), o sea, «jo zeós» («ho theos», en latín y en inglés) es asumido como un sustantivo de género masculino (Dios, dios, el dios).

Pero con el artículo masculino «je» (en latín e inglés «he»), o sea, «je zeós» («he theos», en latín y en inglés) es asumido como un sustantivo de género femenino (diosa, la diosa).

La contraparte del sustantivo griego «zeós» en latín

A diferencia de lo ocurrido con el adjetivo griego «jristós», que entró al latín como un sustantivo masculino de la segunda declinación latina, o sea, «christus» (léase: «cristus»); con relación al sustantivo griego «zeós» (Dios, dios) no ocurre lo mismo.

Esto así porque el latín ya contaba con un sustantivo latino que le era equivalente: «deus» (Dios, dios), un sustantivo de género masculino y de la segunda declinación latina.

En tal sentido, dos ejemplos claros del uso del sustantivo latino «deus», en la traducción del texto hebreo y del texto griego al latín, los observamos en la clásica traducción latina de Jerónimo de Estridón, La Vulgata, en Génesis 1.1 y en Juan 1.1.

En Génesis 1.1 el sustantivo «elojím» (transliterado al latín y al inglés como «elohim») fue traducido con el sustantivo latino «Deus», forma del caso nominativo masculino singular, caso del sujeto, pues esa es la función sintáctica del sustantivo hebreo «elojím» en Génesis 1.1, en conformidad al texto hebreo que nos ha llegado vía el códice de Leningrado (BHS).

Y en Juan 1.1, en primer lugar, observamos la forma latina «Deum» (forma del caso acusativo masculino singular de «Deus») correspondiendo al griego «ton zeón» (acusativo masculino singular de «zeós»).

En segundo lugar, en Juan 1.1, como en Génesis 1.1, también observamos a «Deus» (la forma del caso nominativo masculino singular) correspondiendo a «zeós» (forma del caso nominativo masculino singular).

Sin embargo, en el llamado latín tardío o eclesiástico, se registra la palabra «theologia» (léase: «teologuia», llegando luego al español como «teología»), así también la palabra «theologus» (léase: «teologus», llegando luego al español como «teólogo»).

Por supuesto, es preciso poner de relieve que en las palabras latinas «theologia» (léase: «teologuia») y «theologus» (léase: «teologus») se observa el empleo del grupo consonántico «th» que en latín representa el fonema «t».

Luego, es preciso distinguir el valor fonético del grupo latino «th» («t») del grupo «th» en inglés que representa el fonema «z» en palabras como: “gracias” (thanks), “pensador” (thinker), “autor” (author), “teatro” (theatre), “método” (method), “aliento” (breath), etc.   

Por otro lado, el empleo del grupo consonántico latino «th» representando el fonema «t», es lo que también explica que en español tengamos el nombre «Timoteo» (en latín: «Timotheus», léase: «Timoteus», un sustantivo masculino de la segunda declinación latina), y no la forma griega «Timózeos», un sustantivo masculino de la segunda declinación griega).

En conclusión, en español tenemos la palabra «teología», porque en el latín eclesiástico se originó el término «theologia» (léase: «teologuia», un sustantivo de género femenino, forma del caso nominativo singular, de la primera declinación latina).

Consecuentemente, en virtud de que la palabra latina «theologia» exhibe el grupo consonántico «th», pero representando el fonema «t»; el latín «theologia» (léase «teologuia»), dicho termino llegó al español con el fonema «t», y con la letra «g» española representando el fonema «j» (la «g» española seguida de «e», «i», realiza el fonema «j»), por eso se lee: «teología» (fonéticamente «teolojía), y no como en latín «teologuia», pues la «g» latina siempre realiza el fonema que representa la «g» española en «gato», «gusto», «ganas».

Por supuesto, el empleo del grupo latino «th» en «theologia» y «theologus», así como en «Timotheus», explica que una transliteración latina (no traducción) del sustantivo griego «zeós» (Dios, dios) sería «theos».

Finalmente, como siempre, a manera de ilustración, anexo una imagen con tal de hacer más comprensibles estas líneas.

Bibliografía recomendada:

«Diccionario del griego bíblico, Setenta y Nuevo Testamento», de Amador Ángel García Santos, segunda edición revisada y ampliada, Verbo Divino, 2018.

«Diccionario ilustrado VOX, latino español, español latino», décimo quinta edición, 1982.

«Diccionario de la Vulgata» (Dictionary of the Vulgate New Testament) latín inglés, de J. M. Harden, NY, 1921.

«Gramática Latina, Nueva trilogía de la lengua latina», de Santiago Segura Munguía, Deusto, 2012.

La Vulgata

«In Limine, Manual de apoyo para los cursos de latín», por Fiorella Bacigalupe, Mariela Grassi y Cristina Pippolo, Uruguay, 2013.

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