Sobre el modo imperativo hebreo
Pautas para su exégesis
y traducción
Héctor B. Olea C.
En un artículo anterior puntualizamos que el «imperativo»
hebreo forma parte de las llamadas «formas volitivas» del verbo hebreo, junto
al «yusivo»
y el «cohortativo».
Además y, por un lado, también dijimos que el «imperativo» hebreo
está supeditado a las segundas personas, masculinas y femeninas del singular y
del plural.
Por supuesto, es preciso poner de relieve que en el sistema verbal hebreo, a diferencia del español o castellano y el griego, el género gramatical es una de las categorías accidentales del verbo, uno de los tradicionalmente llamados “accidentes del verbo”.
Por eso decimos que el «imperativo hebreo» está supeditado a las segundas personas masculinas y femeninas, del singular y del plural.
Por otro lado, otro detalle que también hay que tener en cuenta es que el «imperativo hebreo» sólo está presente en cinco de las llamadas «siete conjugaciones» o «edificios» («construcciones»: «binyaním») del sistema verbal hebreo, o sea, excepto en las conjugaciones estrictamente pasivas («pual» y «jofal», incluso la misma «nifal» cuando es estrictamente pasiva).
Observaciones sobre la morfología del imperativo hebreo
En la conjugación «qal» carece de prefijos y sólo muestra las mismas desinencias de las segundas personas masculinas y femeninas, del singular del plural del imperfecto o «yiqtol» en «qal».
En la conjugación «nifal» el imperativo también mostrará las mismas desinencias de las segundas personas masculinas y femeninas del singular y del plural del imperfecto o «yiqtol» en «nifal», pero con el prefijo «ji» (je con jíreq).
En la conjugación «piel» el imperativo, como en la conjugación «qal», tiene las mismas desinencias de las segundas personas masculinas y femeninas del singular y del plural del imperfecto o «yiqtol» en «piel», pero sin las preformantes o prefijos del mismo imperfecto o «yiqtol» en «piel».
En la conjugación «jitpael» el imperativo también tiene las mismas desinencias del imperfecto o «yiqtol» en «jitpael», pero con el prefijo «ji» (je con jíreq).
En la conjugación «jífil» el imperativo también tiene las mismas desinencias del imperfecto o «yiqtol» en «jifil», excepto en la segunda persona masculina singular, pero con el prefijo «ja» (je con pátaj) en todas las formas del imperativo en «jifil».
Observaciones
sobre el matiz de la acción verbal del «imperativo hebreo» según la conjugación
de que se trate
En la conjugación «qal» la acción del imperativo es transitiva y activa (guarda, observa), en la conjugación «nifal» (no pasiva) la acción es reflexiva (guárdate), en la conjugación «piel» la acción es transitiva y activa (guarda), en la conjugación «jífil» la acción también es transitiva y activa (guarda), y en la conjugación «jitpael» la acción es reflexiva (guárdate).
Casos ilustrativos a manera de ejemplos
En Éxodo 34.11 la traducción la forma verbal hebrea «shemor» consiste en un imperativo «qal» (transitivo activo) de la segunda persona masculina singular del verbo «shamar» (guarda, observa): “guarda tú” (masculino).
En Éxodo 10.28 la forma verbal «jishamer» es el imperativo «nifal» (reflexivo) de la segunda persona masculina singular, del mismo verbo «shamar» (guarda, observa): “guárdate”, “ten cuidado”, “cuídate” (tú masculino).
En Isaías 32.9 la forma verbal «jasenná» es un imperativo «jífil» (transitivo activo) de la segunda persona femenina plural, del verbo «azán» (escuchar, prestar atención, atender): “escuchen ustedes” (femenino).
En Isaías 40.2 la forma verbal «daverú» consiste en un imperativo «piel» (transitivo activo) de la segunda persona masculina plural del verbo «davár» (hablar, decir, comunicar): “hablen”, “digan” (ustedes masculino).
En Zacarías 6.7 la forma verbal «jitjalejú» consiste en un imperativo «jitpael» (transitivo activo) de la segunda persona masculina plural, del verbo «jaláj» (caminar, recorrer): “caminen”, “recorran” (ustedes masculino).
En resumen, como esperamos haber podido demostrar, el sentido y matiz de la acción verbal de una forma verbal en el modo imperativo hebreo, depende de la conjugación a la que pertenezca dicha forma verbal en modo imperativo.
En conclusión, dependerá, pues, el matiz de una forma verbal imperativa hebrea (transitiva activa o reflexiva) de la conjugación en que se encuentre dicha forma verbal imperativa.
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