Aquí está mi contribución personal a la
discusión en torno a la que se puede entender como acertada traducción del
Salmo 23.1.
Algunas cosas que puntualizo en este artículo
son:
En primer lugar, a la luz del texto hebreo y
del texto griego (Septuaginta), la traducción acertada es «el Señor es quien me pastorea», y no formalmente: «el Señor es mi
pastor».
En segundo lugar, no es «el Señor» (YHVH) el
sujeto de la forma verbal «ejsar», en virtud de que dicha forma verbal no está
en la tercera persona del singular, sino en la primera persona común singular
(yo) en tiempo o estado imperfecto.
En tercer lugar, una traducción y exégesis acertada
del Salmo 23.1 no debe perder de vista las implicaciones de las metáforas y binomio
«pastor-oveja», así de sencillo.
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