De herramientas, versiones de la Biblia y un sólido conocimiento de la gramática de la lengua original
Héctor B. Olea C.
Es cierto que en la actualidad abundan por doquier toda una serie de herramientas de consulta para el estudio de la Biblia en sus idiomas originales, así como un sin número de versiones de la Biblia, por supuesto con distintos niveles de aceptación, así como unas con una mejor imagen pública que otras.
Sin embargo, es preciso decir que ninguna herramienta, como ninguna versión de la Biblia puede brindar los frutos que proporciona el estudio serio, sólido, crítico y profesional de las lenguas bíblicas.
En tal sentido, como para muestra un botón,
tengo a bien poner de relieve la desacertada traducción de Mateo 1.19 en La
Biblia Textual IV Edición.
Pues bien, resulta que, a pesar de que prácticamente todas las versiones de la Biblia (sin importar los distintos ambientes en que hayan surgido) emplean el tiempo pretérito imperfecto para describir el carácter y perfil de José («que era hombre recto» -Nueva Biblia Española; «que era justo»- Biblia de Jerusalén 2018; «como era justo»- Reina Valera 1960; «era un hombre justo» – Nueva Traducción Viviente y Nueva Versión Internacional; «que era un hombre justo»- Dios Habla Hoy; «porque era justo»- Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras); curiosamente la Biblia Textual IV Edición emplea el tiempo presente:
«Y José su marido (que es justo, pero no quiere denunciarla), decidió repudiarla en secreto»
Ahora bien, es cierto que el texto griego empleó un participio de tiempo presente, del verbo «eimí» (soy, estoy), en caso nominativo masculino singular, o sea, «on»; y que también empleó un participio presente, activo, en caso nominativo masculino singular del verbo «zélo» (deseo, quiero), o sea, «zélon».
Sin embargo, los editores de La Biblia Textual IV Edición no tomaron en cuenta, perdieron de vista que el participio griego (cuando no es sustantivado), es en realidad «a-temporal», y que está supeditado al tiempo de la forma verbal de la frase u oración.
En tal sentido, resulta que el texto griego de Mateo 1.19 empleó la forma verbal «ebuléze», en tiempo aoristo primero, tercera persona singular, voz activa, pero con morfología de voz pasiva (pasiva deponente), pues corresponde al verbo deponente «búlomai» (deseo, quiero).
Luego, a la luz de lo que establece la gramática griega, que el participio de tiempo presente por lo general señala una acción simultánea a la del verbo principal de la frase u oración; una traducción acertada al español de los dos participios presentes empleados, «on» y «zélon», debe emplear el pretérito imperfecto: «era» y «(no) deseaba».
Por otro lado, que el tema temporal aoristo (y aoristo primero) es el que domina en el texto griego de Mateo 1.19, lo ponen en evidencia, además de la forma verbal «ebuléze», los dos infinitivos aoristos (aoristo primero) empleados: «deigmatísai» (infinitivo aoristo primero de «deigmatízo»: infamar, poner en evidencia, avergonzar públicamente), y «apolío» (infinitivo aoristo primero del verbo «apolío»: desatar, soltar, poner en libertad, liberar).
En resumen, a la luz de la gramática griega, es seriamente cuestionable y desastrosa la traducción de Mateo 1.19 en la Biblia Textual IV Edición.
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