Análisis morfológico o morfemático y cantidad de palabras, cursos de lenguas bíblicas

Análisis morfológico o morfemático y cantidad de palabras

A propósito de nuestros cursos de lenguas bíblicas

Héctor B. Olea C.

Si bien al principio pudiera considerarse una cuestión un tanto irrelevante, lo cierto es que la tarea de establecer la cantidad de palabras de un texto bíblico en las lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego), puede ser muy revelador respecto de si la persona tiene o no una idea clara de algunas de las características peculiares de las lenguas bíblicas.  

En tal sentido, estrechamente relacionado al que pudiera considerarse la cantidad de palabras que posee un texto bíblico, está el llamado «análisis morfológico» o «análisis morfemático».

Pero, ¿en qué consiste, pues, el «análisis morfológico» o «análisis morfemático»?

El «análisis morfológico» o «análisis morfemático» de una palabra consiste en el análisis interno de la misma. En otras palabras, consiste en el análisis de su constitución morfemática, procurando establecer los morfemas que la constituyen.

En tal sentido, es preciso puntualizar que el Morfema o Monema es el objeto de estudio específico de la morfología.

¿En qué consiste el Morfema o Monema?

El Morfema o Monema es la unidad lingüística más pequeña dotada de significado, con significado.

Toda palabra, absolutamente toda palabra, está constituida por morfemas, ya sea por un morfema (palabra monomorfemática) o por varios morfemas (palabra polimorfemática).

Por supuesto, hay palabras que están compuestas por un morfema o lexema nominal (nombres y adjetivos) o por un lexema verbal (verbos y verboides).

Y hay palabras que están compuestas por un morfema gramatical o gramema (morfemas gramaticales independientes) como las preposiciones y las conjunciones.

Por otro lado, las palabras polimorfemáticas están compuestas de varios morfemas, por lo general por un morfema lexical y por uno o varios morfemas gramaticales o gramemas. 

Clasificación de los morfemas gramaticales o gramemas

Dependiendo de si aparecen unidos o no a los morfemas lexicales o lexemas, los morfemas gramaticales se clasifican en libres o independientes, y en trabados o dependientes.

Los morfemas trabados o dependientes son que se añaden, los que aparecen unidos a los morfemas o lexemas (verbales o nominales).

Por ejemplo, en la palabra «campeoncito», «ito» es un morfema gramatical o gramema trabado, dependiente y a la vez derivativo, que sugiere pequeñez y género masculino.

Los morfemas libres o independientes son los que tienen la capacidad de aparecer solos en el discurso, que no que no se unen a los morfemas lexicales o lexemas.

Como dijimos antes, ejemplos de morfemas gramaticales o gramemas libres o independientes son las preposiciones, las conjunciones, los determinantes en general, artículos y algunos adverbios, etc.   

Ahora bien, una característica del hebreo y el arameo, a diferencia del griego y el español, es que los llamados morfemas gramaticales o gramemas independientes, en realidad no son independientes, pues casi siempre aparecen unidos a un morfema o lexema verbal o nominal.

En consecuencia, este detalle no se debe pasar por alto al realizar un análisis morfológico en hebreo y arameo, y al momento de establecer la cantidad de palabra que aparece en un texto bíblico.

Ejemplo de un «análisis morfológico» o «análisis morfemático» de un texto de la Biblia Hebrea, y del establecimiento de la cantidad de palabras del mismo.

Texto a analizar Génesis 1.1

Una transcripción o transliteración del texto hebreo de Génesis 1.1 es:

«Be-reshit bará elojím et ja-shamáyim ve-et ja-árets»

Luego, el «análisis morfológico» o «análisis morfemático» del texto en cuestión, y el intento por establecer la cantidad de palabras que lo conforman, debe considerar las siguientes pistas:

La expresión «be-reshít», en realidad no es propiamente “una palabra” (un solo morfema), pues está compuesta por dos morfemas, por la preposición «be» (morfema gramatical), y por el sustantivo «reshít» (morfema lexical, lexema).

Observación: El equivalente griego empleado en la versión griega (Septuaginta, LXX) es «en» (morfema gramatical independiente, preposición) y por el morfema lexical «arjé» (sustantivo).  

La expresión «ja-shamáyim» tampoco es “una palabra” (un solo morfema), pues involucra el determinante artículo «ja» (morfema gramatical), y por el sustantivo «shamáyim» (morfema lexical, sustantivo).  

Observación: El equivalente griego empleado en la versión griega (Septuaginta, LXX) es «ton» (morfema gramatical independiente, artículo) y por el morfema lexical «uranón» (sustantivo).  

La expresión «ve-et» tampoco constituye una sola palabra, ya que en realidad consiste en la unión de dos morfemas gramaticales o gramemas: 1) la conjunción «ve» más la partícula intraducible (no traducible, que no se traduce) que marca o señala el objeto directo, «et».

Esto significa que, además, «ve-et» no involucra ningún morfema lexical o lexema, sino sólo dos morfemas gramaticales.

Observación: El equivalente griego de la conjunción hebrea «ve», es la conjunción «kai».

Luego, respecto de la partícula intraducible que marca o señala el objeto directo, «et», es preciso decir que no tiene equivalente en griego, porque a diferencia del hebreo y el arameo, en griego el objeto directo es indicado por la flexión del sustantivo, por la desinencia que se le añade al sustantivo, al lexema, tema o raíz del sustantivo, para indicar el caso acusativo, el habitual y dominante caso del objeto directo.

En suma, el recurso para indicar el objeto directo en hebreo (también en arameo) es muy distinto al que emplea la lengua griega.

La expresión «ja-árets» consiste en la unión del morfema gramatical artículo «ja», y por el morfema lexical o lexema «árets» (sustantivo).

Observación: El equivalente griego empleado en la versión griega (Septuaginta, LXX) es «ten» (morfema gramatical independiente, artículo) y por el morfema lexical «guen» (sustantivo).  

En conclusión, sólo si se ignora que en el texto hebreo de Génesis 1.1 hay cuatro expresiones que en realidad implican dos morfemas (en tres de ellas un morfema gramatical y un morfema lexical, y en una dos morfema gramaticales) es posible concluir que Génesis 1.1 está compuesto por siete palabras.

Pero atendiendo a que en cuatro expresiones hay en realidad dos morfemas, dos palabras en sentido estricto, Génesis 1.1 está compuesto por once palabras: a) cinco morfemas lexicales (cuatro morfemas lexicales nominales, y uno verbal); b) seis morfemas gramaticales: una preposición, una conjunción,  una partícula intraducible que marca o señala el objeto directo (dos veces), y dos artículos (el mismo artículo repetido).

Por supuesto, si nuestro análisis morfosintáctico de un texto hebreo, arameo o griego no es acertado e incompleto (que ignora muchas cosas), son muchísimas las posibilidades de que al final no se proponga una exégesis y traducción acertada del mismo.

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