Correcciones a una inadecuada práctica de algunos
comentaristas bíblicos
Héctor
B. Olea C.
La persona estudiosa de la Biblia, pero que
no conoce los idiomas originales de la misma; debe considerar las siguientes observaciones,
relativas al uso del «infinitivo castellano», en comparación al «infinitivo hebreo»
y al «infinitivo griego».
Sin duda alguna no es acertada la práctica
que hemos observado en muchos comentarios bíblicos y obras de teología, de
hacer referencia a los verbos usados en la Biblia como si se emplearan igual
que en castellano, me refiero específicamente al uso del «infinitivo» en los
léxicos, diccionarios y vocabularios.
Ciertamente es la forma del «infinitivo» (con
las terminaciones “ar”, “er”, “ir”, primera, segunda y tercera conjugación respectivamente)
la que se usa en los diccionarios, léxicos y vocabularios castellanos; sin embargo,
no es el caso del hebreo y del griego.
Por otro lado, tampoco podemos dejar de lado
que en realidad el «infinitivo castellano» tiene una forma compuesta (que no se
usa en los léxicos, diccionarios y vocabularios), el llamado «infinitivo
compuesto», con la morfología: “haber cantado” (verbo en “ar”), “haber bebido”
(verbo en “er”), “haber partido” (verbo en “ir”).
Ahora bien, en lo que respecta al verbo
hebreo, la forma verbal que se encuentra en los léxicos, diccionarios y vocabularios,
no es el «infinitivo hebreo», como en castellano;
sino más bien una forma verbal en tiempo o estado perfecto, de la tercera
persona del singular, género masculino, y voz activa.
En tal
sentido, cuando decimos que en Génesis 1.1 la forma verbal “creó” es una forma
del verbo «bará’»; lo cierto es que es «bará’», tal y como se encuentra en Génesis
1.1, es precisamente la forma en que se ha de encontrar dicho verbo en los diccionarios,
léxicos y vocabularios. Luego y, estrictamente, «bará’» no es tanto “crear” («infinitivo
castellano»), como “él creó” (sentido preciso de la forma verbal hebrea que se
encuentra tanto en Génesis 1.1, como en los diccionarios, léxicos y
vocabularios.
Además, el «infinitivo hebreo» tiene dos
formas que son extrañas para el castellano: el «infinitivo absoluto» (menos
usado), y el «infinitivo constructo» (de mayor uso en la lengua hebrea y en el
Tanaj). Obviamente, en un buen curso de hebreo se analizaría con detalles y de
manera exhaustiva el uso del «infinitivo hebreo», cosa que no puedo hacer aquí.
Finalmente, no es el «infinitivo hebreo» (en cualquiera
de sus dos formas: «infinitivo absoluto» e «infinitivo constructo»), como ocurre
con los verbos en castellano, la forma que encuentra en los léxicos,
diccionarios y vocabularios; sino una forma verbal (un verbo conjugado) en
estado o tiempo perfecto, de la tercera persona del singular, de género masculino,
voz activa. Luego, «bará’» (tal y como se la encuentra en Génesis 1.1, como en
los léxicos, diccionarios y vocabularios) no es tanto “crear” («infinitivo
castellano»), sino más bien “el creó”.
En lo que al griego koiné se refiere, no es
la forma del «infinitivo» (como ya dijimos que ocurre en castellano), la que se
encuentra en los diccionarios, léxicos y vocabularios; sino una forma verbal
(un verbo conjugado), en tiempo presente, voz activa, modo indicativo, de la
primera persona común singular (yo).
Además, y a diferencia del castellano, el «infinitivo
griego» tiene “tiempo” (presente, aoristo y perfecto), tiene “voz” (activa,
media y pasiva); y en lo que a su morfología se refiere, depende de la clase de
verbo (si un “verbo omega”, si “un verbo contracto”, si un "verbo líquido", o si
un “verbo en mí”).
Consecuentemente, al hacer referencia al
verbo usado en la Septuaginta para traducir al verbo hebreo «bará’» en Génesis
1.1; lo correcto es decir que la Septuaginta tradujo la forma verbal «bará’»,
con la forma verbal «epóiesen»; forma verbal en tiempo aoristo primero, voz
activa, modo indicativo, de la tercera persona singular, del verbo «poiéo» (yo
hago), y no del verbo «poiéin» (“hacer”, («infinitivo castellano»).
En todo caso, tal vez una opción alternativa,
y que no ignora las observaciones que aquí hemos presentado; sería, por
ejemplo, que el comentarista bíblico diga que en Génesis 1.1, la forma verbal “creó”,
es la traducción de la forma verbal hebrea «bará’» (“crear”), del verbo hebreo «bará’»;
y que dicha forma verbal hebrea fue traducida por la Septuaginta con la forma
verbal «epóiesen», del verbo griego “hacer”, “crear”, o sea, «poiéo» (jamás «poiéin»).
¡Hasta la próxima!
Dr. OLea a veces me pregunto con lo que acaba de escribir, y repetir en palabras de otros, quiero imaginarme a Moises escribiendo la tora y preguntandose como se escribira mejor con infinitivo o pluscuamperfecto, sera mejor expresarlo en voz pasiva o media, y él teniendo una converzacion agradable con el espiriru santo diciendole: chico ayudame como se vera mejor en declinacion o adjetivizacion, sera que los gramaticos del español y el griego me entenderan despues de 4mil años...que broma Dr. Olea cuando hacemos de la biblia solo pedazos de confrontacion gramatica, teoretica barata y pelea de linguistas y literatos...que si conjuncion, que si adverbio, que si es gerundio o es activo... en vez de hablar de la biblia deberian ustedes estar dando un CURSO DE GRAMATICA ESPAÑOLA, O DE GRAMATICA GRIEGA...quizas asi podamos conocer mejor nuestro idioma.
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