Definitivamente, la actitud y la mención de las ciudades de Sodoma y
Gomorra por parte de la figura histórica de Jesús de Nazaret, y la actitud y la
mención que hace de dichas ciudades un gran sector de las personas que dicen
seguirle como guía, mentor y maestro, como en muchos otros asuntos, están en
franca vía contraria.
Por un lado, mientras que un gran sector del cristianismo erróneamente asocia a la homosexualidad la desaparición de las dos referidas ciudades; Jesús de Nazaret, por el contrario y, en armonía con toda la tradición bíblica, no hace tal asociación.
Por otro lado, mientras que para un gran sector del cristianismo no han existido como Sodoma y Gomorra (principalmente por su supuesta y descarada homosexualidad) dos ciudades más perversas y merecedoras de castigo divino alguno; la figura histórica de Jesús de Nazaret sencillamente no comparte tal punto de vista. Consideremos las siguientes pistas y evidencias bíblicas:
Mateo 10.14-15: “Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”
Mateo 11.23-24 “Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. 24Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”
Marcos 6.11 “Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad”
Lucas 10.10-12 “Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. 12Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad”
Finalmente, es imposible dejar de valorar en esta discusión la valiosísima perspectiva del profeta Ezequiel y del libro de Lamentaciones, aparentemente desconocida por un gran sector del cristianismo, respecto de Sodoma y Gomorra en relación al pueblo de Israel mismo; cito:
“Y tu hermana mayor es Samaria, ella y sus hijas, que habitan al norte de ti; y tu hermana menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita al sur de ti. 47Ni aun anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos. 48Vivo yo, dice Jehová el Señor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como hiciste tú y tus hijas. 49He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso” (Ezequiel 16.46-49)
“Samaria no
cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones
más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que
tú hiciste. 52Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu
vergüenza en los pecados que tú hiciste, más abominables que los de ellas; más
justas son que tú; avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, por
cuanto has justificado a tus hermanas” (Ezequiel 16.51 y 52)
“Porque se
aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, Que
fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías”
(Lamentaciones 4.6)
¡Sea usted el jurado!
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