A propósito del mes de la Biblia.
La cuestión no es que el Escudo Nacional (que
está en el centro de la Bandera Nacional), tenga la Biblia abierta
(específicamente en Juan 8.32); es más bien desde qué tradición y praxis
teológica y eclesial se la lee. En tal sentido, es prácticamente imposible que
los fundadores de la patria se hayan identificado con las premisas de una
lectura protestante y evangélica de la Biblia, cuando en realidad el
protestantismo (teniendo específicamente al pueblo dominicano como campo de
misión) llegó al país en el año 1889, o sea, 45 años después de haber sido
fundada la primera república.
Igualmente, con Cristóbal Colón llegó a nuestro
suelo la Biblia (se afirma que el almirante tenía y trajo consigo un ejemplar
de la Biblia), pero jamás una lectura protestante y evangélica de la misma.
Al final, la historia del cristianismo pone
de relieve que más unifica y da cohesión tener una lectura común de la Biblia
(con iguales objetivos e intereses, con un mismo marco de referencia, con las mismas
premisas o presuposiciones, en compromiso con una misma teología, tradición y praxis
eclesial, etc.), que la Biblia misma, así de sencillo.
¡Muy buenas tardes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario