Repensando la narración de Sansón y Dalila (Jueces 16.4-22)
Héctor B. Olea C.
La
narración de Sansón y Dalila (Jueces 16.4-22) nos pone en la disyuntiva, en
primer lugar, de pensar una de dos cosas: La primera: Sansón era un dormilón
incorregible. La segunda: Dalila sabía cómo dejarlo bien agotado, quizás muy
satisfecho, y por supuesto, con un inevitable, comprensible y agradable sueño
profundo (véase Jueces 16.19).
A
propósito, llama la atención que el aparato crítico de la BHS , o sea, la Biblia Hebraica Stuttgartensia,
nos pone al tanto de una interesante observación masorética. La observación es
que probablemente el redactor final de Jueces erró al usar la preposición “al”
(“sobre”; que explica la lectura que han seguido la mayoría de las versiones
castellanas, cuando traducen “lo hizo dormir sobre sus rodillas o sobre sus
piernas”); cuando quizás quiso o debió emplear la preposición “ben” (entre); y
a continuación cita el aparato crítico de la BHS la traducción que hizo la Septuaginta que
concuerda y da apoyo a dicha corrección.
Ahora
bien, si se sigue la sugerencia o corrección masorética, la traducción debería
ser: “lo hizo dormir entre sus rodillas, entre sus piernas”. En efecto, esta
última lectura es apoyada por la
Septuaginta cuando tradujo: “lo hizo dormir en medio, entre
sus piernas, entre sus rodillas”. Sin embargo, tampoco se puede negar que la Septuaginta tiene una
segunda lectura que dice: “Y durmió Dalila a Sansón sobre sus rodillas, sobre
sus piernas”.
En
segundo lugar, tira por el suelo dicha narración, el mito de que “a la tercera
es la vencida” (compárese Jueces 16.15; 18). Pero eso no es todo y, en tercer
lugar, también ilustra muy bien esta narrativa lo que muchas veces es una
incuestionable verdad: el ser acusado (a) de aquello de lo que en realidad tú
estás siendo víctima, y precisamente por tu victimario (a), véase Jueces 16.15;
así de sencillo.
¡Feliz
shabát!
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