¿Qué es más fácil? «Oración» versus «acción» en situaciones muy concretas

¿Qué es más fácil?

«Oración» versus «acción» en situaciones muy concretas

Héctor B. Olea C.

Como dije anteriormente, al considerar algunas reacciones a mi nota «Promesas de oración versus acompañamiento significativo»; me propuse publicar otras dos notas más en la misma línea y sentido, con tal de hacer más explícitas algunas ideas de ésta.

La primera fue la nota que titulé “¿Te atreverás a «orar» por eso?”. La segunda es la que ahora tengo a bien poner a consideración de las personas que me honrar con su atenta e inteligente lectura, la cual he titulado “¿Qué es más fácil?”

A manera de introducción diré que para esta nota me propuse tomar algunos importantes y recurrente temas objetos de mucha oración en nuestras comunidades de fe, y plantear la disyuntiva (introducidas con la expresión «¿Qué es más fácil?»), entre «el orar» por dichas problemáticas y «el actuar» de manera comprometida y decisiva a fin de que dichas problemáticas sean superadas.

Comencemos, pues, nuestra aventura:

1) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar para que Dios provea?

B) ¿Ser nosotros instrumentos de provisión (implicando también la lucha consistente por una mejor distribución de las riquezas y porque haya una verdadera equidad y justicia social)?

2) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por la paz?

B) ¿Trabajar por la paz, a fin de que sean transformadas situaciones alienantes, opresivas y que, sin duda, dificultan la convivencia justa y pacífica entre los seres humanos?

3) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar para que se reduzcan los altos niveles de analfabetismo?

B) ¿Que la comunidad de fe apoye consistentemente la lucha y los programas tendentes a reducir los altos niveles de analfabetismo (implicando la posibilidad de que la comunidad de fe misma pueda desarrollar modestos programas de alfabetización)? ¿Que nosotros mismos como personas y como congregaciones nos involucremos activamente con acciones (campañas y programas) que permitan una reducción significativa del analfabetismo en nuestras propias comunidades?

4) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar para que Dio se glorifique obrando milagrosamente en la resolución de los problemas de salud (incluso odontológicos) de la comunidad?

B) ¿Que la congregación misma se envuelva y participe activamente en la planificación y realización de algunos operativos médicos, así como en el establecimiento de ciertos servicios fijos básicos de salud (hasta donde le sea realmente posible)? ¿Qué las comunidades de fe se sumen y participen activamente en la lucha por el establecimiento y mejora del sistema de seguridad social?

5) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por las personas discapacitadas, para que el Señor se glorifique dándoles tejidos nuevos, órganos nuevos, articulaciones nuevas, etc.?

B) ¿Que la congregación o comunidad de fe planifique y desarrolle una verdadera, consistente e integral pastoral en favor de las personas discapacitadas?

6) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por el problema del racismo?

B) ¿Qué la comunidad de fe apoye activa y consistentemente la lucha en contra del racismo, así como no desaproveche la más mínima oportunidad que tenga para expresarse en contra de cualquier brote, tipo o expresión de racismo?

7) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por altos índices de embarazos no deseados en adolescentes?

B) ¿Qué las comunidades de fe luchen activamente por la implementación y desarrollo de una integral e idónea educación sexual? ¿Qué la comunidad de fe se involucre y participe activamente en las campañas de educación sexual?

8) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por las personas enfermas internas en los hospitales y clínicas del país?

B) ¿Qué las distintas comunidades de fe planifiquen y lleven a cabo una verdadera pastoral dirigida al apoyo integral y acompañamiento significativo de las personas ingresadas los hospitales y clínicas del país?

9) «¿Qué es más fácil?»

A) ¿Orar por las personas purgan alguna pena en el sistema penitenciario dominicano?

B) ¿Qué la comunidad de fe lleve a cabo una verdadera pastoral carcelaria? ¿Qué la comunidad de fe, aprovechando el marco jurídico y constitucional vigente, proféticamente exija el aprovechamiento del marco jurídico y constitucional vigente para procurar mejores condiciones de vida (y una verdadera reforma penitenciaria) para las personas residentes en las distintas cárceles del país?

Llama la atención que en el caso específico de la República Dominicana, la constitución vigente establece (artículo 128, primer apartado, literal “j”) que el poder ejecutivo tiene la facultad constitucional de producir indultos en tres fechas específicas del año: los días 27 de febrero (día de la independencia nacional), los días 16 de agosto (día de la restauración de la República), y los 23 de diciembre (fecha previa a la cena de Noche Buena).

Lo curioso es que nunca se ha visto que las comunidades evangélicas (de manera directa o vía las instituciones que dicen o pretenden representarla) que tanto “oran” por las personas que cumplen diversas penas en el sistema penitenciario de la República Dominicana, se hayan pronunciado (como sí lo han hecho y lo hacen consistentemente a favor de temas de su particular interés), para que el poder ejecutivo utilice el referido instrumento constitucional a fin de indultar a miles de personas en las cárceles con enfermedades terminales, otras que ya han purgado la pena impuesta por un juez, y otras que sin haberse dictado sentencia; sin embargo ya tienen años de prisión como si se les hubiera dictado sentencia alguna.

Finalmente, sé que hay muchas otras situaciones que también demandan mucho más que la simple oración o promesa de oración; aquí solamente he considerado algunas a manera de ejemplo y casos ilustrativos. Con toda franqueza, puedo decir que estoy seguro de que las personas que me honran con su lectura podrán llevar esta reflexión mucho más lejos.

En conclusión, el simplemente «orar» por una determinada problemática no es lo mismo (y es más, mucho más fácil y menos riesgosa y de menor compromiso) que el comprometerse de manera activa, decisiva y consistente en la lucha por la superación y reversión de dichas problemáticas.

¡Hasta la próxima!

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