El uso de la palabra “tradición” en la Biblia
Por Héctor Benjamín Olea Cordero
a) El uso del verbo “paradídomi”
Como ya advertí, la palabra griega que se traduce “tradición” en el Nuevo Testamento es “parádosis”. Esta palabra viene del verbo griego “paradídomi” que significa “entregar”, “transmitir una tradición”, “enseñar”. De ahí que la palabra “parádosis” signifique “lo que es transmitido”, “tradición”.
En primer lugar voy a considerar el uso del verbo “paradídomi” en el Nuevo Testamento en pasajes de importancia para el uso bíblico y teológico positivo de la palabra “tradición”, tomando a la versión Reina Valera de 1960 como traducción de referencia y punto de partida.
En 1 Corintios 11.2, 23, la traducción “entregué” y “he enseñado”, son formas verbales de “paradídomi”.
1 Corintios 11.2 “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.”
1 Corintios 11.23 “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan.”
En 1 Corintios 15.3, la traducción “he enseñado” es también una forma verbal de “paradídomi”: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”.
En Judas 3, la traducción “ha sido dada”, es una forma verbal de “paradídomi”.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.”
En 2 Pedro 2.21, la traducción “fue dado” es una forma del verbo “paradídomi”.
“Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.”
En Lucas 1.2, igualmente en la Reina Valera , la traducción “nos lo enseñaron” es una forma del verbo “paradídomi”: “Tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra.”
Como se destaca es estos pasajes, las ideas básicas de una tradición están presentes: 1) algo que ha sido transmitido (traspasado) y que por su relevancia merece conservarse. 2) alguien que afirma que lo que él ha trasmitido o enseñado, le fue transmitido también y primeramente a él por alguien más u otra persona. 3) que los receptores de aquello que se ha transmitido (de manera tradicional) deben perseverar en dicha enseñanza o tradición y, transmitirla, en la misma manera (forma y esencia) en que ha llegado a ellos.
Este uso bíblico del verbo “paradídomi” nos va capacitando para entender la realidad de una “tradición cristiana” y una fe histórica, relevante en el presente, pero con toda una historia.
b) El uso del verbo “paradídomi”
Ahora, paso a considerar el uso específico del sustantivo “parádosis” (aquello que es transmitido, tradición) en algunos pasajes muy relevantes para la fe y teología cristianas.
En 1 Corintios 11.2, la expresión “las instrucciones” es la traducción del sustantivo “parádosis” en plural (literalmente “tas paradóseis”). La versión popular Dios Habla Hoy: “las tradiciones.”
“Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (Reina Valera)
“Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y mantienen las tradiciones que les trasmití” (Versión Popular Dios Habla Hoy)
En 2 Tesalonicenses 2.15, la expresión “la doctrina”, es la traducción del sustantivo “parádosis”, literalmente “tas paradóseis”. Nótese que en este pasaje, aunque Reina Valera tradujo en singular “la doctrina”, en el griego originalmente está en plural, como en el pasaje anterior. Además, es interesante hacer notar que en este pasaje se alude tanto a la transmisión apostólica tanto escrita como no escrita (la oral). La versión popular Dios Habla Hoy: “las tradiciones.”
“Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (Reina Valera)
“Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta” (Versión Popular Dios Habla Hoy)
En 2 Tesalonicenses 3.6, la expresión “la enseñanza”, es la traducción del sustantivo “parádosis” literalmente en singular: “ten parádosin”. En este pasaje no sólo se destaca el valor tradicional de la doctrina cristiana, sino que además se exige que no se confraternice con aquellos que no se ajustan a la “tradición” o “doctrina apostólica”. La versión popular Dios Habla Hoy: “las tradiciones.”
“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros” (Reina Valera)
“Hermanos, les ordenamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de cualquier hermano que lleve una conducta indisciplinada y que no siga las tradiciones que recibieron de nosotros” (Versión Popular Dios Habla Hoy)
Una observación adicional respecto a la llamada “Doctrina apostólica”
Cuando se hable de la “doctrina apostólica” hay que precisar también de qué corriente de la llamada “doctrina apostólica” se está hablando, por ejemplo, la de corte paulino, la petrina, la juanina, la que se percibe en los sinópticos, etc. Considérese, por ejemplo, lo que Pablo le dice a los de Galacia, en Gálatas 1.8: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”. Finalmente, hay que decir que, leyendo con atención a Hechos 15, se perciben, en cierta forma, tres corrientes, la representada por Pedro, la postulada por Pablo y Bernabé, y la sustentada por Jacobo.
Con respecto a la gran diversidad del cristianismo primitivo, Gerd Theissen apunta: “No hubo sólo dos partidos en el cristianismo primitivo, sino toda una gama, con tensiones y conflictos entre ellos: judeocristianismo, cristianismo sinóptico, cristianismo paulino y cristianismo joánico. Y más tarde la amplia corriente de un cristianismo gnóstico” (La religión de los primeros cristianos, Sígueme, 2002, página 296).
Continua Theissen diciendo: “El conflicto antioqueño, que estalla después en torno a los preceptos sobre manjares, nos hace asistir a una nueva coalición: Pedro y Bernabé se distinguen de Santiago (y de los falsos hermanos) por compartir mesa en Antioquia con los paganos-cristianos. Discrepan, por otra parte, de Pablo, que considera la mesa compartida como un status confesiones; no sólo está permitida a los cristianos, según Pablo, sino que es obligatoria y no puede cuestionarse en ningún caso. Emerge de ese modo entre el judeocristianismo estricto (los falsos hermanos y Santiago) y el paulinismo una tercera corriente intermedia: la conjunción de los «hebreos», judeocristianos moderados, como Bernabé. Aparecen así no tres, sino cuatro agrupaciones y corrientes básicas en el cristianismo primitivo, la cuarta de ellas por aproximación en dos grupos” (Obra citada, página 301 y 302).
Finalmente, el Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, afirma: “La tradición cristiana en el NT tiene tres elementos: (a) los hechos de Cristo (1 Co. 11.23; 15.3; y Lc. 1.2, donde “enseñaron” es traducción de “parédosan”); (b) la interpretación teológica de dichos hechos; véase, p. ej., todo el argumento de 1 Co. 15; (c) el modo de vida que surge de ellos (1 Co. 11.2; 2 Ts. 2.15; 3.6–7). En Jud. 3 la “fe que ha sido una vez dada” abarca estos tres elementos (cf. Ro. 6.17).
¡Hasta mañana con el favor de Dios!
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