La ausencia del artículo definido en la expresión hebrea “be-reshit” (tyviareB]) en Génesis 1.1
Con el objetivo pedagógico de ayudar lo más posible a la comprensión de este asunto, me permití incluir un pequeño vocabulario. Espero lograr mi objetivo: darme a entender lo más que se pueda.
Vocabulario:
1) Texto hebreo: Porción de
2) Septuaginta: Versión griega del llamado “Antiguo testamento”, conocida generalmente como la versión de los 70 (LXX) que en un principio sólo hacía referencia a la traducción del hebreo al griego de los primeros cinco libros de
3) Nuevo testamento griego: Corresponde a lo que pudiéramos llamar “el nuevo testamento fuente”, que consiste en los mismos libros 27 libros que contienen nuestras Biblias en el Nuevo testamento, pero en idioma griego. Hay conjeturas en cuanto a si el hebreo o arameo fue el idioma original de algunos libros del NT; pero hasta ahora, por la evidencia de la crítica textual del Nuevo Testamento (ciencia que procura reconstruir un texto lo más próximo posible al original) sólo trabaja con manuscritos en idioma griego.
4) Exégesis: Acercamiento al texto bíblico en su idioma original que demanda, entre otras cosas, que el y la intérprete conozcan dicho idioma. Consiste ante todo en un estudio filológico y diacrónico (considerando el desarrollo histórico del texto) con la presunción de acercarse lo más posible al sentido histórico de los textos al momento en que se supone salieron de las manos del autor, autores, redactor o redactores.
Situación interesante:
Resulta que las primeras generaciones de cristianos (incluyendo los autores del NT) tuvieron como Antiguo testamento no lo que nosotros conocemos hoy como Biblia hebrea o texto masorético, sino
El problema de la ausencia del artículo definido en Génesis 1.1
Los primero que hay que aclarar es que el idioma hebreo del AT (lo mismo ocurre en el griego del NT) no tiene artículo indefinido, por lo tanto, la ausencia del artículo definido, supone, por lo general, la indeterminación del asunto al que hace referencia.
Luego, la expresión hebrea “be-reshit” (tyviareB]) debe traducirse “en un principio” y no “en el principio”. Como muy bien aclaró Frederick, hasta ahora, un ejemplo de una traducción castellana que es consistente con este hecho lo constituye la llamada “Biblia textual”.
Si la expresión hebrea “be-reshit” (tyviareB]) tuviera el artículo, dijera “ba-reshit” (tyviareB'). En tal caso sí hubiera sido obligatoria la traducción “en el principio”.
Posteriormente, al llegar a
Al acercarnos al texto de Juan 1.1 notamos que el texto griego afirma “en arjé”, (ejn ajrch`/) o sea, “en un principio”. El texto griego de Juan 1.1 no dice “en te arjé” (ejn th`/ ajrch`/), sino “en arjé” (ejn ajrch`/). Me parece significativo que el autor del evangelio de Juan no haya puesto o añadido el artículo definido en su texto de Juan 1.1.
Obviamente, si las cosas son como yo las estoy planteando, algunos y algunas seguramente, se estarán preguntando del porqué la mayoría, por no decir casi todas las traducciones o versiones de
No obstante, al llegar a este punto, tenemos que preguntarnos y pensar seriamente sobre la relación que debe existir entre el texto, la teología del intérprete y de su corriente o tradición teológica (teologías que se supone dependen del texto y no al contrario). Lo que se espera es que el texto, como materia prima, sea el que determine la teología que se extrae y pretenda fundamentarse en él; y no que la presuposición teológica pretenda determinar el texto que ella supone que está detrás de la traducción o versión de
Implicaciones teológicas
Al hablar de “en el principio”, como un comienzo único y determinado”, matizado al mismo tiempo por el concepto de una creación “de la nada” (“ex-nihilo”) sin hacer uso el creador de un material preexistente; diré lo siguiente. Por lo general la idea de una creación sin el empleo de un material preexistente, depende mucho de las ideas asociadas al verbo hebreo que aparece en Génesis 1.1, a saber, “bará” (ar;B;) Entonces, hay una pregunta obligada: ¿Es cierto que el verbo hebreo “bará” (ar;B;) siempre apunta un a un acto de creación sin que el creador haya hecho uso de un material que ya existía? ¿Es esto totalmente cierto? Obviamente que no (dije, ¿obvio? Bueno, ¿para quién? Dirán algunos y algunas.
Un pasaje bíblico que nos sirve de mucho en la elaboración de una respuesta adecuada a la pregunta planteada (junto a lo que he venido planteando ya) y a evaluar nuestra tradicional interpretación de Génesis 1.1 y de Juan 1.1, es Génesis 1.27. Resulta que en este último pasaje encontramos la afirmación: “Y creo (“bará”; ar;B;) Dios al ser humano (traducción más correcta), a su imagen; varón y hembra los creó (“bará”; ar;B;).
Entonces, si Dios hizo al hombre del polvo de la tierra (y nadie discute la relación esencial que tiene el cuerpo del ser humano con la tierra), detalle que por cierto, no forma parte del relato de la creación de Génesis 1.-2.3, sino del relato de Génesis 2.4-25; la conclusión lógica y obligada es que la presunción de que el verbo hebreo “bará” (ar;B;) siempre hace referencia a un acto de creación sin el empleo de un material preexistente, simplemente no es cierta.
Finalmente, no parece que el autor o redactor del texto hebreo de Génesis 1.1; 1.27, y Juan 1.1, tuvieran las presuposiciones que caracterizan la mayoría de nuestras interpretaciones de dichos textos. Tampoco parece que pretendieran evitar o resolver los problemas teológicos que nos mortifican a nosotros hoy.
Bueno, por un lado, espero haber aclarado un poco el asunto, aunque complicándolo, por el otro.
Lo siento, pero hay cosas que no se pueden hacer de otra.
Abrazos y muchas gracias por reaccionar a mis “pensamientos en voz alta” y, que se me ocurre compartir por facebook.
Cordial y fraternalmente,
Héctor B. Olea C.
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